¿Qué necesitamos para sanar?

Los impedimentos para la curación incluyen el renunciar a vivir en el pasado, dejar de ser víctima y el miedo al cambio. El dirigir el pensamiento y la energía hacia el pasado, desvía la fuerza vital de las células y los órganos que necesitan esa energía para funcionar y sanar.

¿Qué requiere la curación?...Vivir en el presente, recuperar y reconstruir la energía de los traumas y heridas del pasado. ¿Será que la razón para alimentar y mantener vivo el pasado es el poder que aún decidimos brindarle a la causa que lo generó?

Negarse a perdonar un evento o una persona del pasado produce fugas energéticas en el cuerpo físico. El perdón sana esas filtraciones. El perdón no tiene que ver con no culpar a otros de las heridas que les permitimos causarnos (consciente o inconscientemente). Tiene más que ver con "liberarnos de la percepción de que somos víctimas".

Cuando podemos ver un acto doloroso como parte del proceso de la vida, como un mensaje, como un desafío, como una gran situación a resolver; la energía vital fluye de vuelta a los circuitos energéticos del cuerpo físico.

Las personas no se curan porque no se han liberado de la "ilusión" de ser víctima. Con demasiada frecuencia, la gente obtiene "poder" con sus heridas porque han encontrado que genera el apoyo de otros. Las heridas se convierten entonces, en un medio para manipular y controlar a los demás.

Generalmente, la recuperación, la sanación,  demanda hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente, relaciones...pero sobre todo, a cambiar nuestros sistemas de creencias, paradigmas, sentimientos y emociones; y esto por sí mismo, puede llegar a ser aterrador.

Es fácil mantenerse en un compás de espera, argumentando que uno no sabe que hacer, pero rara vez esto es cierto. Cuando estamos en un compás de espera, es porque Sí sabemos desde el fondo de nuestro ser, que necesitamos hacer; pero dejamos que el miedo actúe en consecuencia.

La Sanación requiere ACCIÓN.

Soltar el pasado, dejar aquello que es pesado para nosotros (trabajo, relaciones, etc). Son acciones que sostienen la energía del cuerpo. Lo que apoya a uno, apoya al otro, porque la energía física y energética están unidas.

Incluso, el proceso de morir (al que todos nos tenemos que enfrentar), puede convertirse en un acto de sanación, de liberación.

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