Es un
largo viaje que inicia con la vida misma y que terminará ciertamente algún día;
el reto es, ser conscientes de que todo lo que nos rodea está cambiando y nosotros también estamos
dentro de la dinámica, sólo que a veces tardamos en reaccionar; tendemos a
crear ambientes de comodidad pensando que es lo mejor. Y lo que por un tiempo
puede ser placentero, después empezará a
generar un nivel de tensión gradual que llegará a ser insostenible.
Así es de que, ante esta situación podemos generar un cambio que de nueva cuenta nos dará un periodo de tranquilidad pasajero porque estamos tratando de resolver la tensión de manera superficial, sin ir a la raíz del problema, al momento en que se generó este perverso ciclo de supervivencia que más bien es de sufrimiento, porque nos atrapa una y otra vez a lo largo de nuestras vidas.
Así es de que, ante esta situación podemos generar un cambio que de nueva cuenta nos dará un periodo de tranquilidad pasajero porque estamos tratando de resolver la tensión de manera superficial, sin ir a la raíz del problema, al momento en que se generó este perverso ciclo de supervivencia que más bien es de sufrimiento, porque nos atrapa una y otra vez a lo largo de nuestras vidas.
Hemos
creado una estructura externa sin la cual pensamos que no podemos vivir y esto
nos hace “vivir” la mayor parte del tiempo a la expectativa de lo que hacen o
dejan de hacer los demás; o también de comparar si tengo o no tengo tal o cual
cosa; así es de que vivimos prisioneros de nuestras percepciones del exterior y
no nos damos cuenta que la libertad está adentro, aprendiendo a estar con
nosotros mismos.
Existe
una salida que se llama Terapia Regresiva Reconstructiva que ayuda al paciente (a través de una técnica de relajamiento profundo) a reconectar con nuestras
emociones en el momento en que se generaron esos patrones de sufrimiento (que
ciertamente nos han mantenido vivos a un costo muy alto); para entonces poderlos
reconstruir y posibilitar de esta manera, mayor contacto desde un lugar
profundo dentro de nosotros mismos, donde podemos disfrutar de la paz y la
felicidad de ser y estar.
El reto
de la TRANSFORMACIÓN es el camino intencionado de las heroínas y de los héroes por vencer el miedo, el dolor, la indiferencia, la ira, el abandono y todos
esos malos amigos que acuden presurosos apenas los invocamos.
Atrévete
a dar el salto, ciertamente es a lo desconocido y seguro te encontrarás de
nuevo con el dolor; sólo que ahora lo podrás ver desde otra perspectiva... más
desde la consciencia y la sanación. Solo tienes una pregunta que responder y
ocuparte de ella y es: ¿Qué voy a hacer si dejo de sufrir?
Comentarios
Publicar un comentario